Vea cómo prevenir empresas fraudulentas en México. Entérate de todo en este artículo, sigue leyendo.
Una de las funciones de la CONDUSEF es alertar sobre empresas fraudulentas. En concreto, negocios que utilizan tácticas deshonestas (como cláusulas abusivas) o son directamente estafas.
Anuncian créditos que despiertan el interés de las personas más necesitadas a través de las redes sociales, llamadas telefónicas, páginas ficticias en Internet o publicidad impresa.
En este artículo, que abarca tanto los préstamos como las inversiones, puede aprender a evitar caer en las trampas de las empresas mexicanas sospechosas.
¿Cómo detectar a las empresas deshonestas?
Las empresas fraudulentas investigan las demandas de sus objetivos y explotan sus vulnerabilidades para hacerles caer en sus trampas.
En este sentido, lo primero que notarás es que estas empresas te obligan con frecuencia a actuar con rapidez o urgencia. Por ejemplo, si te conceden un préstamo, pueden informarte de que sólo dispone de 24 horas para aprovechar las ventajas. De este modo, coaccionan al usuario para que entre en el enlace por miedo a que se acabe el trato.
Lo mismo ocurre cuando se presentan cosas en promoción, ya sea un descuento, un 2×1 u otras oportunidades de compra. En general, las ofertas con plazos demasiado cortos pueden ser una estafa.
Con este planteamiento, las empresas infunden en el usuario una sensación de urgencia que le obliga a actuar sin pensárselo mucho. De hecho, algunos consumidores ni siquiera se molestan en leer los detalles de la oferta o promoción antes de actuar.
Demasiado bueno
Cuando algo parece demasiado bueno para ser verdad, casi siempre no lo es, según una presunción. Cuando alguien ofrece un préstamo con condiciones que parecen demasiado buenas para ser verdad, es fundamental tener esto en cuenta.
Este es un punto crucial que hay que recordar si alguien ofrece un préstamo con unas condiciones tan tentadoras que casi parecen un favor.
Recuerda que el dinero no se entrega, así como así. Por desgracia, muchas personas son engañadas por personas deshonestas que obtienen sus ingresos de forma poco ética.
Debido a la naturaleza de estos productos financieros, que incluyen plazos de pago limitados, restricciones crediticias y requisitos de solicitud, vienen acompañados de condiciones bastante severas. Lo mejor es evitar correr el riesgo y no hacer clic en la publicación si observas que el préstamo carece de alguno de estos componentes o no
define datos concretos sobre tipos de interés, criterios de aceptación basados en el historial crediticio, pocas o ninguna cualificación, entre otras cosas.
Depósito por adelantado a cambio del préstamo
Esta forma de estafa es utilizada por una gran lista de empresas prestamistas deshonestas, por lo que exige una atención especial.
Con una justificación medio creíble, quieren alrededor del 10% del valor total del préstamo. No te entregarán nada una vez que hayas hecho el depósito, e incluso podrían ponerse en contacto contigo más tarde para exigir dinero adicional utilizando una justificación diferente.
Si te encuentras con una empresa que te pide un depósito previo, probablemente se trate de una estafa. Ningún prestamista reputado te exigirá un pago a cambio de conceder un préstamo.
Si ya solicitaste anteriormente un préstamo sin problemas, echa un vistazo al resguardo y verás sin duda que los gastos administrativos y los intereses están fraccionados en pagos.
Esto implica que deberás pagar los gastos de investigación o de otro tipo en que incurran los bufetes después de obtener el préstamo, no antes, cuando no tienes dinero.
Desconfía de cualquier organización que afirme que no se pondrá en contacto con la oficina de crédito. Para determinar si pueden prestarte el dinero o no, las empresas que ofrecen préstamos examinan esta institución u otra comparable.
Los intermediarios de préstamos son una excepción: te ayudan a encontrar préstamos, pero en realidad no los conceden.
Estas son algunas de las justificaciones que dan las empresas para necesitar estos depósitos iniciales:
1.Informan al cliente de que una investigación del historial crediticio es esencial para la aprobación del préstamo, pero que el usuario será responsable de los costes asociados.
2.Exigen el pago de gastos de funcionamiento, como la creación de una línea de crédito o la realización de otras acciones que podrían parecer necesarias para iniciar el proceso de solicitud del préstamo.
3.Con frecuencia exigen a los usuarios que firmen documentos utilizando nombres corporativos, que normalmente no están relacionados con la empresa en cuestión. La legalización del fraude de esta forma dificulta la posterior presentación de denuncias.
La lista negra de las empresas deshonestas
Cerca de 10,000 quejas por fraude en créditos urgentes se presentaron ante la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) en 2015. Sin embargo, el mismo organismo señala que es sumamente complicado presentar una queja formal en estas situaciones ya que, la mayoría de las veces, se trata de “empresas fantasmas” que ni siquiera están registradas y que la Condusef no puede investigar.
La Condusef advierte que para otorgar un crédito en nuestra nación es necesario estar avalado o certificado por organismos como la propia Condusef o la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, por mencionar sólo dos. Ser una empresa financiera no es un requisito (algunas tiendas departamentales ofrecen crédito para compras, por ejemplo).
Ahora que estás mejor preparado para detectar estas situaciones, no deberías tener
problemas para hacerlo. Sin embargo, si aún no estás seguro y quieres asegurarte de no caer en alguna de estas trampas puedes comprobar siempre las credenciales de la entidad antes de aceptar un préstamo de ella. Puedes hacerlo de forma rápida y sencilla utilizando el Sistema de Registro de Proveedores de Servicios Financieros (Sipres), que está disponible en el siguiente sitio web http://portal.condusef.gob.mx/SIPRES/jsp/pub/index.jsp.
Desafortunadamente, no podemos incluir todos los negocios falsos en México. Simplemente hay demasiados elementos en la lista, y cada día se añaden más.
Por lo tanto, la no inclusión de una empresa en esta lista no garantiza que esté legítimamente registrada o sea legal.
Es necesario comparar constantemente el nombre de la empresa y el verdadero nombre de la empresa en la CONDUSEF porque muchas empresas utilizan nombres que son similares a los legítimos y confiables.
Adicionalmente, debes reportar cualquier fraude que hayas encontrado a través del Sistema de Quejas y Denuncias de la CONDUSEF. Si tienes alguna duda, también puedes hablar con el Buró de Entidades Financieras.
Cómo determinar si una empresa es fiable
Lo primero que debes hacer es cerciorarte de que la empresa no haya incurrido en alguna de las actividades antes mencionadas, como ofertas engañosas, promociones por tiempo determinado, arreglos inminentes a tus problemas financieros y pagos requeridos antes de
utilizar los servicios, entre otras.
Lo más recomendable es consultar el sistema de la CONDUSEF, que cuenta con los datos de todos los despachos jurídicos registrados en la nación a través del Sistema de Registro de Prestadores de Servicios Financieros, o SIPRES, si aún no logras saber si la empresa es legítima o falsa.
Dado que operan bajo una serie de términos y condiciones que les obligan a cumplir con estatutos legales específicos que protegen al usuario, puedes estar seguro de que la empresa es legítima y que no está infringiendo la ley si aparece en este registro.
Recuerda que tienes la oportunidad de reportar o presentar una queja a través del sistema de quejas y denuncias de la CONDUSEF si has sido víctima de una de estas estafas y no pudiste detenerla.
Ten en cuenta que al hacer esto, podrás alertar a las autoridades correspondientes de nuevos negocios que estén realizando estas actividades fraudulentas, evitando que otras personas se vean impactadas por la crisis.
Para finalizar, debes saber que muchas empresas se dedican a este tipo de actividades ilegales, por lo que debes extremar la precaución siempre que solicites un producto, especialmente cuando se trate de productos financieros como préstamos o créditos, ya que suelen ser las mejores oportunidades para colocar a las víctimas potenciales en situaciones de urgencia que les obliguen a actuar sin meditar demasiado la acción que van a realizar.